Hace unos meses que aparqué el teclado para iniciar mis clases con universitarios de Bucarest, pero gracias a ellos aprendo cada día pequeñas cosas sobre sus formas de pensar, actuar, costumbres, etc. Nada mejor que guardar un artículo como este sobre propuestas de actividades para el próximo cuatrimestre: https://campamentonorte.com/escritura-guiada-como-ayudar-a-tus-estudiantes-a-observar-reflexionar-y-conectar-con-su-aprendizaje/ Al leerlo me viene a la mente algún tipo de actividad conforme a sus interés por el mundo de la economía, finanzas, y en general por el mundo que les rodea y que les toque vivir en un futuro próximo.
La estimulación del pensamiento activo, crítico como herramienta para la observación y el autoaprendizaje. Recuerdo que para mantener mi nivel de inglés hace ya años, me dediqué a practicar de forma autodidacta esta técnica cuando no podía asistir a clase y para repasar algún tipo de topic. Si, pero no solo como recurso para la enseñanza de un idioma, sino como autoevaluación de nosotros mismos. Siempre hago balance cuando se acerca cada 31 de diciembre; pues no solo sirve para reflexionar sobre nuestra actuación, lo bueno y lo malo que nos ha sucedido; también como forma de acoger de forma más entusiasta el nuevo año que nos acoge.
Cuando esta tarde salí a pasear observé que el atardecer que se asomaba ante mí era el mismo que divisaba justo hace un año; pero me dí cuenta que sus matices rojizos y rosados habían cambiado sensiblemente hacia un tono naranja brillante, cercano casi al amarillo; hacia una luz más viva e intensa. ¿Será que las ideas y sentimientos son ahora más claros gracias a los esfuerzos y renuncias que el 2021 me preparó?.
